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Mochileira de Jesus

segunda-feira, 10 de janeiro de 2011

Y aún hay una muralla...


Después de ser esclavo, pasar por el mar, caminar en el desierto 40 años, comer todos los días lo mismo, esperar Moisés hablar con Dios durante 40 días, pasar el Jordán, finalmente se anuncia: la tierra prometida está ahí ... detrás de la  M U R A L L A  y también hay unos GIGANTES, pero es solo guerrear que va ser nuestra tierra.

Cualquiera quedaría molesto ... después de tanto sufrimiento bajo el sol del desierto era para Dios tener todo listo, en lugar de los gigantes tener esclavos. ¿Quién tendrá fuerza para luchar después de tanto sufrimiento?

Dios es Dios y sus métodos son siempre los mejores, mientras que algunos de los hijos de Israel vieron a sí mismos como los insectos cerca de ellos, en el otro lado los enemigos tenían miedo de la gente que abrió el Mar Rojo, cruzaron el Jordán en tierra seca y recibió alimentos directamente del cielo.

Esto siempre ocurre en nuestra vida cristiana, después de tanto sufrimiento y lucha quedamos a un paso de lograr nuestra promesa, pero desanimamos. Nuestro enemigo está aterrorizado por todo lo que Dios ya ha hecho en nuestras vidas, pero nosotros que conocemos a Dios y fuimos los protagonistas de cada milagro, olvidamos.

Muchos de los Judios que dejaran el desierto y viviran todos los signos y liberaciones del Señor no llegaran a la tierra prometida. Algunos pensaran que Cades Barneia no era en realidad la promesa de Dios, pero era buena tierra y se quedaran con algo mediocre mientras Dios los tenia el perfecto. 

¿Cuántas veces a la luz de las promesas que se borran por las dificultades, la fatiga, el desaliento y la incredulidad? Entonces hacemos de nuestra manera y se aceptamos el medriocre que no es la voluntad de Dios. Esta es la causa de los divorcios, quiebras y desengaños.

La Palabra de animo que Dios le dio a Josué fue:

No te mandé? Sé fuerte y valiente: no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9 


Mi cuerpo está tan cansado de tener que caminar en el desierto, fui fiel al Señor, pasé por desiertos, mares, viví mucho tiempo con un mínimo que recibí de los cielos y ahora tengo una muralla frente a mí con un montón de gigantes de el otro lado.


Pero algo que todo cristiano debe saber es que Dios no es bipolar.

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Hebreos 13:8 

El Señor no ha cambiado de opinión acerca de su vida, el mismo que estaba con usted en todos los momentos difíciles y te hizo vivir asombrosos milagros todavía quiere hacer más. La muralla no es una barrera para su éxito, es sólo el material que Dios va a utilizar para realizar un milagro en su vida.

Por más cansador que es salir del desierto y quedar rodeando una ciudad, tengo una convicción:

Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. Filipenses 1:6.

Dios no te ha sacado de Egipto y te hizo ser testigo de milagros, para retenerte con una muralla, persevere, usted esta a un paso de llegar en la promesa.





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